Expresidente de Nissan defiende fuga por brutalidad de justicia japonesa
En su primera rueda de prensa tras el escape, Carlos Ghosn increpó además a la firma, asegurando que su detención se trató de un complot.
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Brutal. Esa fue la palabra que usó el expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, durante su primera conferencia de prensa -tras su bullada fuga de Japón el 30 de diciembre-, al referirse al trato que recibió por parte de la justicia durante los 14 meses que estuvo detenido en Tokio.
El multimillonario -que fue detenido en noviembre de 2018 por acusaciones de abuso de confianza; malversación de fondos de la compañía, y de haber declarado ingresos inferiores a los correspondientes- argumentó que “los cargos en mi contra son infundados” y que había ido precisamente por las vejaciones durante su tiempo recluido.
“Pasé 138 días confinado en una celda en solitario, con 30 minutos de acceso al exterior por día, con acceso a una ducha dos veces por semana y con interrogatorios de hasta ocho horas por día”, acusó Ghosn a los periodistas en Beirut y agregó: “O mueres en Japón o tienes que salir de allí (…) Me sentó rehén de un país al que durante 17 años”.
Además de la vulneración de derechos que declaró, sus dardos también apuntaron directamente al gigante automotriz que lideraba, ya que aseguró que todas son “falsas acusaciones orquestadas por Nissan y varios individuos”.
Japón avergonzado
La huida del empresario fue foco de atención a nivel internacional, pero también centró la atención en otra arista: la fragilidad de los servicios de seguridad japoneses. Si bien Ghosn obtuvo el beneficio de la libertad bajo fianza, ante un Japón avergonzado, logró volar hasta Líbano.
“He escapado de la injusticia y la persecución política”, dijo a través de un comunicado tras su salida del país.
Sin embargo, ese mismo escape fue el que le costó una orden de arresto internacional de la Interpol y, que más tarde, se extendería a su mujer, Carole Ghosn, por sospecha de perjurio.
Esto debido a que fiscales japoneses informaron que la esposa del exlíder de Nissan habría levantado falso testimonio ante un tribunal de Tokio el año pasado, mientras se investigaba a su esposo por transferir cerca de US$ 35 millones de una compañía a otra, lo que habría causado pérdidas a la firma.
El temor a una fuga y a la destrucción de pruebas era un factor para no conceder a Ghosn el pago de fianza.
Pero, el tribunal consideró que las probabilidades de que esto pasara eran más bien bajas y decidió suspender la detención preventiva. “Esto lo predijimos”, dijo de manera anónima uno de los fiscales encargados del caso al medio local Mainichi Shimbun.